EnRedDados Número 36 - Junio de 2004
ENTEROBACTER SAKAZAKII Y OTROS TRES ORGANISMOS TOXICOGÉNICOS
EN LA FÓRMULA INFANTIL EN POLVO
IMPORTANTE AVISO EN EL MARCO DEL VIH/SIDA
Documento de trabajo elaborado por Alison Linnecar, IBFAN-GIFA, Diciembre del 2003, con la utilización de documentos del Codex proporcionados por Maryse Lehners, Initiativ Liewensufank, Luxembourg y Elisabeth Sterken, Infact - Canadá.
1. Actividades de la comisión mixta FAO/OMS sobre la evaluación del riesgo de peligros microbiológicos en los alimentos: Enterobacter sakazakii y otros microorganismos en la fórmula infantil en polvo (ref. 1)
· La cuestión de los patógenos en la fórmula infantil, y en particular el Enterobacter sakazakii, se torna cada vez más crítica a medida que surge más evidencia sobre la contaminación de la fórmula infantil en polvo y la proliferación bacteriana una vez preparado el alimento. Estudios realizados en los EUA, Islandia, Israel, Bélgica, Canadá y los Países Bajos dan cuentan de la magnitud del problema en países industrializados. A excepción de un estudio realizado en Tailandia, existen insuficientes datos provenientes de países en vías de desarrollo.
· Los EUA y Canadá introdujeron un Perfil de Riesgo del E. sakazakii a ser evaluado por la Comisión del Codex sobre Higiene de los Alimentos (CCFH, por su sigla en inglés), entidad a cargo de documentar las pruebas científicas y difundir “la grave y amenazante naturaleza de las infecciones por E. sakazakii en recién nacidos y lactantes vulnerables y los esporádicos bajos niveles de patógenos hallados en los productos infantiles implicados” (2).
· La 24ta. sesión de la Comisión del Codex sobre Nutrición y Alimentos para Regímenes Especiales le solicitó a la Comisión del Codex sobre Higiene de los Alimentos revisar el Recomendado Código Internacional de Prácticas de Higiene de los Alimentos para Lactantes y Niños Pequeños “a fin de abordar las preocupaciones en torno a los patógenos que podrían estar presentes en la fórmula infantil”
· Debido a estos requerimientos, FAO y OMS se encuentran planificando un taller a realizarse en febrero del 2004 con el objeto de dar una respuesta a “un problema emergente de salud pública y proporcionar asesoramiento científico en la próxima sesión anual de la CCFH a realizarse en marzo del 2004”.
En diciembre del 2003 FAO y OMS realizaron una Convocatoria de Información para obtener datos de todas las regiones geográficas dado que “la información publicada es escasa, al igual que el conocimiento de la literatura publicada en inglés de revisión externa sobre las exposiciones y enfermedades vinculadas al E. sakazakii y a otros patógenos presentes en la fórmula infantil en polvo en los países en vías de desarrollo. Se requiere de información proveniente de todas las regiones geográficas a fin de determinar la magnitud del problema” Ref. 1. (Esto incluye aquellas
regiones con una alta prevalencia de VIH/SIDA, ver punto 3 más abajo)
2. Los largos títulos establecidos por las Comisiones del Codex no deberían impedir que observáramos que el lenguaje utilizado para explicar el riesgo presentado por el E. sakazakii es más explícito en la actualidad y que la lista de patógenos es más extensa.
· La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos de América destacó “el alto índice de letalidad” asociado a las infecciones posiblemente ocasionadas por E. sakazakii “(sepsis, meningitis y enterocolitis necrotizante). La Convocatoria de Información de FAO/ OMS (1) describe las “graves infecciones ocasionadas por E. sakazakii de riesgo de muerte”. Los estudios de investigación señalan que “el daño neurológico puede ser severo en los lactantes sobrevivientes ”: esto se refiere al daño cerebral.
Al mismo tiempo, se ha incrementado la lista de patógenos oportunistas que están siendo analizados: la Convocatoria de Información de FAO/OMS incluye una revisión de todas las Enterobacterias (la familia de bacterias a la cual pertenece el E. sakazakii) como así también Salmonella, Clostridium botulinum y Staphylococcus aureus.
3. E. sakazakii, fórmula infantil en polvo y áreas con altos índices de VIH/SIDA: La Convocatoria de Información establece que “algunas zonas con altos índices de VIH/ SIDA podrían correr mayor peligro, en base a que la preocupación sobre la transmisión del VIH a través de la lactancia materna condujo a un mayor uso de la fórmula infantil “ (Este es un asunto sumamente importante a tener en cuenta, y por tal razón ha sido subrayado).
4. La Seguridad de la Fórmula Infantil por Robert D. Baker (3). Este estudio ya tiene más de un año, pero es de suma importancia para nuestra labor dado que hace hincapié en varios factores: · “No existe garantía alguna que la fórmula infantil en polvo esté libre de organismos patogénicos”
· “La preparación de la fórmula infantil para ser utilizadas en guarderías de cuidados especiales no está reglamentada por ley”
· “La recomendación del uso de agua hervida (recomendada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos de América (FDA) pero no por los Centros de Control Epidemiológico (CDC) es controvertida. En primer lugar, añadir agua hervida podría no acabar con el E. sakazakii u otros organismos. En segundo lugar, el agua hervida ciertamente modifica los ingredientes de la fórmula, destruyendo una cantidad desconocida de vitaminas y alterando tal vez otras substancias tales como proteínas. En tercer lugar, el agua hervida modifica las características de disolución de la fórmula, ocasionando su espesamiento”.
5. Conclusiones
· Es preciso que utilicemos a nuestro favor la presente información sobre los riesgos inherentes en el uso de la fórmula infantil en polvo reconstituida. Debemos ejercer presión para que haya Advertencias en las etiquetas de la fórmula infantil en polvo. Debemos luchar en contra de las Afirmaciones Nutricionales y de Propiedades Saludables respecto de estos productos.
· La seriedad de la situación es evidente. El riesgo presentado justifica que los gobiernos y asociaciones profesionales tomen fuertes medidas. Es preciso fortalecer el apoyo de los gobiernos en su intento de aplicar leyes destinadas a la protección de la salud infantil, como es el caso de Sudáfrica y Pakistán.
· Es necesario dar gran difusión a la información sobre los riesgos vinculados al uso de la fórmula infantil en el marco del VIH/SIDA.
· Deberíamos tener en cuenta la declaración del 21 de mayo del 2002 elaborada por el Consejo Superior de Higiene de Bélgica que establece que la utilización de un líquido o fórmula lista para usar no es la respuesta: “El Consejo recomienda no generalizar el uso de leches listas para utilizar en maternidades y unidades de neonatología, pero que la elección de su uso debería estar en manos de los pediatras a cargo”.
Esto se debe a que: “estas leches son más costosas para la institución médica, más pesadas y de menor calidad nutricional” (4)
Referencias
(1) Actividades de la Comisión Mixta FAO/OMS sobre la evaluación de riesgo de los peligros microbiológicos en los alimentos:
CONVOCATORIA DE INFORMACIÓN sobre el Enterobacter sakazakii y otros microorganismos en la fórmula infantil en polvo. FAO/ OMS Diciembre del 2003 (2) Programa de Estándares Alimenticios de FAO/OMS, Comisión del Codex sobre Higiene de los Alimentos, 35 ta reunión. PERFIL DE RIESGO DEL ENTEROBACTER SAKAZAKII EN LA FÓRMULA INFANTIL EN POLVO. CX/FH 03/13 Enero del 2003. (3) Seguridad de la Fórmula Infantil, RD Baker. Recibida para su publicación en PEDIATRICS Agosto del 2002, COMENTARIOS
páginas 833-835, y una útil lista de referencias. Por el momento sólo contamos con una copia faxeada pero conseguiremos una versión que distribuiremos por e-mail. (4) Avis du Conseil Supérieur d’Hygiène concernant les infections néonatales à E. sakazakii, sous-section IV/1&2, 21 de Mayo del 2002. Contamos con este documento únicamente en versión impresa y hemos realizado una traducción no oficial del francés.
La Lactancia Materna Reduce la Prevalencia de Infecciones Respiratorias entre
los Lactantes,
Reuters Health Information 2003. © 2003 Reuters Ltd. Arch Dis Child
2003;88:224-228.
NUEVA YORK (Reuters Health) 21 de Marzo - Los resultados del estudio publicado en el número de marzo de la publicación Archives of Diseases in Childhood sugieren que la lactancia materna predominante durante al menos los primeros 6 meses de vida o la lactancia materna parcial hasta los 12 meses reduce la prevalencia y la morbilidad por enfermedad respiratoria durante la infancia.
En un estudio prospectivo de una cohorte de nacimiento, la doctora Wendy H. Oddy de la Curtin University of Technology del oeste de Perth, Australia y sus colegas examinaron la asociación entre la duración de la lactancia materna y la incidencia y morbilidad de la enfermedad respiratoria en el primer año de vida de los lactantes. Entre los principales parámetros evaluados se encuentran las visitas al hospital, al médico o al consultorio como así también las admisiones hospitalarias.
Los investigadores explican que «los principales parámetros de exposición fueron la duración de la lactancia materna predominante (definida como la edad en la que se introdujo otro tipo de leche) y la lactancia materna parcial (de algún tipo) (definida como la edad en que se interrumpió la lactancia materna)». Agregaron que «los principales factores de confusión fueron el sexo, la edad gestacional inferior a 37 semanas, el consumo de tabaco durante el embarazo, hermanos o hermanas mayores, educación y edad materna».
Una vez ajustados los datos en función de los factores de confusión, la lactancia materna predominante durante un tiempo menor a 6 meses representó un factor de riesgo correspondiente a dos o más visitas al hospital, al médico o al consultorio (p < p =" 0,007)" p =" 0,018).">
La Desnutrición de Lactantes Prematuros Podría Protegerlos Contra la Resistencia a la Insulina, Laurie Barclay, MD , Medscape Medical News 2003. © 2003 Medscape 27 de marzo, 2003 — Según los resultados de un estudio publicado en el Lancet el 29 de marzo, un indicador de resistencia a la insulina resultó ser inferior en un grupo de adolescentes que habían sido prematuros y que fueron asignados al azar a una cohorte de niños y niñas desnutridos. Los investigadores sugieren que los lineamientos en defensa de la nutrición con el objetivo de «normalizar» el crecimiento durante la infancia podría de hecho incrementar la morbilidad en los adultos. Es por eso que se requiere de un cambio. «Aún es preciso investigar a fondo la posibilidad de generalizar a los lactantes de término los resultados que obtenido «, señala en una conferencia de prensa el autor Alan Lucas, doctor en medicina del Institute of Child Health de Londres, Reino Unido. «Reconocemos que los lactantes prematuros son diferentes de los nacidos a término en muchos aspectos. Principalmente, por que poseen trastornos médicos relacionados exclusivamente a su nacimiento prematuro. No obstante, aún cuando no es posible generalizar nuestros hallazgos, es posible aplicarlos al 6% de la población de lactantes nacidos prematuramente». Los investigadores evaluaron las concentraciones de proinsulina correspondientes a 32–33 en ayunas, un indicador de resistencia a la insulina, en 216 adolescentes que habían sido prematuros al nacer en los años 1980 y quienes habían participado de ensayos aleatorios sobre nutrición del lactante. También se evaluaron 61 adolescentes de término quienes recibieron una nutrición «normal» durante las primeras semanas de vida. En comparación con los lactantes de término a quienes se les proporcionó un régimen rico en nutrientes y con los niños y niñas saludables de término, los adolescentes a quienes se les proporcionó un régimen precoz relativamente bajo en nutrientes durante la infancia tuvieron una disminución del 20% en la concentración en ayunas de proinsulina. Este indicador se asoció a un mayor aumento de peso en las primeras dos semanas de vida (13,2% modificado cada 100 g de aumento de peso; intervalo de confianza 95%, 5,5% - 20,9%; P = .001), independientemente del peso de nacimiento, la gestación, la morbilidad neonatal y los factores demográficos, antropométricos y socioeconómicos. Los autores sugieren que las asociaciones observadas entre el bajo peso al nacer para la gestación y posteriores factores de riesgo cardiovascular podrían reflejar factores posteriores al nacimiento precoces en lugar de factores anteriores al mismo. Relatan que « hemos observado por primera vez en seres humanos la importancia que reviste un menor consumo de nutrientes y un crecimiento más lento al principio de la vida postnatal en una programación favorable como principal parámetro de salud”. «Por consiguiente, nuestros hallazgos podrían explicar en parte lo que hasta ahora ha sido considerado como los orígenes fetales de la enfermedad en adultos». Sugieren que la relativa desnutrición asociada al calostro y a la lactancia materna muy temprano en la infancia podría reducir el riesgo cardiovascular. Llegan a la conclusión que «si fuesen confirmados en los lactantes prematuros, nuestros hallazgos sugerirían que las intervenciones de salud pública destinadas a reducir el riesgo de cardiopatía coronaria mediante la promoción del aumento de peso en la infancia podrían ser incluso perjudiciales. En consecuencia, las presentes recomendaciones en torno a la alimentación infantil deben ser re-evaluadas a medida que surjan nuevos datos».
Síndrome Enterocolítico Inducido por Proteínas de los Alimentos Provocado por Proteínas en Alimentos Sólidos. Anna Nowak-Wegrzyn, Hugh A. Sampson, Robert A. Wood, Scott H. Sicherer. Pediatrics 2003;111:829–835 RESUMEN. Antecedentes. El síndrome enterocolítico infantil inducido por proteínas de los alimentos (SEIPA) es una hipersensibilidad gastrointestinal severa a los alimentos comúnmente ocasionada por la leche de vaca o soja. Los alimentos sólidos rara vez son las causales. Objetivo. Describir las características clínicas y la historia natural de SEIPA provocado por alimentos sólidos. Métodos. Se identificaron a pacientes con SEIPA inducido por alimentos sólidos y su evolución clínica y se los comparó con un grupo de control con SEIPA causada por leche de vaca y/o de soja evaluado por un período de tiempo determinado. Resultados. Se identificaron catorce lactantes con SEIPA causado por granos (arroz, avena y cebada), vegetales (batata, calabaza, chauchas y arvejas) o aves de corral (pollo y pavo). Los síntomas eran típicos de SEIPA común con una aparición tardía (mediana: 2 horas) de vómitos, diarrea y letargia/deshidratación. Once lactantes (78%) reaccionaron a >1 proteína alimenticia, incluyendo 7 de ellos (50%) que reaccionaron a >1 grano. Nueve (64%) del total de los pacientes con SEIPA por alimentos sólidos también presentaron SEIPA por leche de vaca/de soja. La presentación inicial fue severa en el 79% de los pacientes, generando las correspondientes evaluaciones de sepsis (57%) y hospitalización (64%) por deshidratación o shock. El diagnóstico de SEIPA se demoró, con posterioridad a una mediana de 2 reacciones (rango: 2–5). Para la comparación se seleccionaron treinta pacientes con SEIPA típico por leche de vaca y/o de soja. En total, el 48% de 44 lactantes con SEIPA resultaron reactivos a >1 proteína alimenticia, y el riesgo de hipersensibilidad a múltiples alimentos alcanzó un 80%
entre los lactantes con SEIPA inducido por alimentos sólidos o soja. Ninguno de los pacientes presentaron SEIPA por consumo materno de alimentos al momento de encontrarse amamantando a menos que el alimento causante de SEIPA fuera consumido directamente por el lactante.
Conclusiones. Es preciso tener en cuenta a los cereales, vegetales y la carne de aves de corral,
comúnmente consideradas de bajo potencial alergénico, al momento de evaluarse la presencia de SEIPA, en especial en lactantes anteriormente diagnosticados SEIPA por leche de vaca/ de soja y como causante inicial en pacientes amamantados en forma exclusiva. Los lactantes con SEIPA se encuentran en riesgo de hipersensibilidades por múltiples proteínas en su régimen durante un período de aparente sensibilidad inmunológica. Los pediatras deberían tener en cuenta el SEIPA en los diagnósticos diferenciales de shock y sepsis
PAEDIATRICS. ¿Se encuentra la leche materna preparada para brindar resultados a largo plazo y prevenir las enfermedades en la adultez?
Al editor:
Tras haber leído el artículo elaborado por Owen y colaboradores (1) sobre una posible reducción de las lipoproteínas de baja densidad en adolescentes alimentados con leche materna (LM) y el perteneciente a Martin y colaboradores (2) sobre una influencia positiva en la talla durante la adultez, creemos que la respuesta es positiva.
No obstante, recientemente se ha demostrado que la alimentación prolongada con LM posee un efecto negativo en la rigidez arterial (3) e incrementa el riesgo de atopia y asma a largo plazo (4). Asimismo, se observaron niveles más elevados de inmunoglobulina E (IgE) en niños y niñas alimentados con LM en comparación con aquellos alimentados con fórmula (5). En estos casos, la respuesta es negativa.
Tal vez sea posible explicar los contradictorios hallazgos mencionados si se tienen en cuenta los objetivos de la naturaleza y los cambios en los estilos de vida ocurridos en el último siglo.
Entre los objetivos de la naturaleza podemos mencionar: a) eliminar a los sujetos anormales o débiles al momento de la concepción, durante el embarazo y los primeros períodos de la vida extrauterina; b) garantizar un crecimiento normal (incluyendo el cerebro); c) proteger contra infecciones durante el primer año de vida y la infancia temprana y d) permitir que “lactantes normales” alcancen la edad reproductiva a fin de perpetuar la especie.
La LM, en este caso la leche humana, se encuentra preparada para permitir que los lactantes normales crezcan con normalidad probablemente reduciendo además el riesgo de obesidad durante la infancia (6); asimismo, permite un desarrollo cerebral óptimo y garantiza una flora intestinal más favorable.
Las enfermedades alérgicas o degenerativas tardías se deben principalmente a un entorno más tóxico (incluyendo una nutrición inadecuada con exceso de proteínas animales, grasas y azúcares refinadas) al que hemos estado expuestos desde el siglo pasado. En culturas anteriores a la LM, la dieta consistía básicamente en vegetales y cereales con un modesto contenido de proteínas animales y grasas. Las personas entraron en contacto con numerosos gérmenes no resistentes a los antibióticos, realizaban más actividad física y la contaminación del aire era limitada.
Todos estos factores podrían explicar, al menos en parte, por qué ciertas alergias hereditarias (a menos que tengamos en cuenta la teoría epigenética) y enfermedades degenerativas eran menos frecuentes.
En cuanto al aumento de la IgE en los individuos alimentados con leche materna, cabe destacar que éste no es un hallazgo unívoco ya que hemos observado un patrón opuesto (7). De hecho, los niveles de IgE se ven influenciados por una proporción w3/w6 diferente en la dieta (8), y sería posible que las madres y lactantes del estudio de Wright y sus colaboradores (4) hayan consumido una ingesta desequilibrada de ácidos grasos poliinsaturados de larga cadena.
De todos modos, debemos tener en cuenta que la IgE fue creada originalmente para atacar a los parásitos intestinales tan frecuentes en el pasado y podría ser que la naturaleza, en ciertas circunstancias, amplíe la línea de defensa.
Además, la función actual de la IgE en el desarrollo del asma no es clara debido a confusos resultados observados en el tratamiento con anticuerpos contra la IgE (9) (10).
Por lo tanto, no existen razones para culpar a la naturaleza si la LM no logra protegernos contra todas las enfermedades degenerativas incluso cuando, en lo que se refiere a las alergias, la LM resulta eficaz en la reducción de la dermatitis atópica, la rinitis y el asma durante la infancia (11) (13). La naturaleza no anticipaba cambios tan drásticos y todo ajuste en la LM ocurrirá en el futuro. Pero, mientras tanto, ¿debemos escoger la alimentación artificial sólo por que las alergias de los últimos años son más frecuentes en los lactantes alimentados con LM?
Incluso en el caso de que el contacto masivo precoz con antígenos extraños presentes en la alimentación artificial preparara a los individuos contra batallas futuras, las ventajas de la LM son mayores en lo que respecta a superar dudosas desventajas en el futuro posibles de reducir con estilos de vida diferentes.
Por último, debemos recordar que la lactancia materna es adecuada para las madres y, entre las ventajas psicológicas y médicas que ofrece, reduce el riesgo de cáncer de mama y posiblemente el cáncer de ovario. (14)
Antonio Marini, MD Massimo Agosti, MD Universidad de Milán Azienda Ospedaliera Istituti Clinici di Perfezionamento“L. Mangiagalli” Hospital Via della Commenda, 12, 20122 Milan, Italia
Referencias
1. Owen CG, Whincup PH, Odoki C, Gilg JA, Cook DG. Infant feeding and blood cholesterol: a study in adolescents and a systematic review. Pediatrics. 2002;110:597– 608
2. Martin RM, Davey Smith G, Mangtani P, Gunnel D. Association between breast feeding and growth: Body-Orr cohort study. Arch Dis Child Fetal Neonatal Ed. 2002;87:F193– F201
3. Leeson CP, Kattenhorn M, Deanfield JE, Lucas A. Duration of breast feeding and arterial distensibility in early adult life: population based study. BMJ. 2001;322:643– 647
4. Sears MR, Greene JM, Willan AP, et al. Long-term relation between breast feeding and development of atopy and asthma in children and young adults: a longitudinal study. Lancet. 2002;360:901– 907
5. Wright AL, Sherill D, Holberg CJ, Halonen M, Martinez F. Breast feeding, maternal IgE, and total IgE in childhood. J All Clin Immunol. 1999;104:589 – 594
6. Butte NF. The role of breast feeding in obesity. Pediatr Clin North Am. 2001;48:189 – 198
7. Marini A, Agosti M, Motta M, Mosca F. Effects of a dietary and environmental prevention programme on the incidence of allergic symptoms in high atopic risk infants: three years follow-up. Acta Paediatr.1996;414(suppl):1– 21
8. Duchen K, Yu G, Bjorksten B. Atopic sensitization during first year of life in relation to long chain polyunsaturated fatty acid levels in human milk. Pediatr Res. 1998;44:478 – 484
9. Milgrom H, Fick RB Jr, Su JQ, et al. Treatment of allergic asthma with monoclonal anti-IgE antibodies. N Engl J Med. 1999;341:1966 – 1973
10. Salvi SS, Babu KS. Treatment of allergic asthma with monoclonal anti- IgE antibodies. N Engl J Med. 2000;342:1292
11. Gdalevich M, Mimouni D, David M, Mimouni M. Breast feeding and the development of atopic dermatitis in childhood: a systematic review and meta-analysis of prospective studies. J Am Acad Dermatol. 2001;45: 520– 527
12. Gdalevich M, Mimouni D, David M, Mimouni M. Breast feeding and the development of bronchial asthma in childhood: a systematic review and meta-analysis of prospective studies. J Pediatr. 2001;139:261– 266
13. Mimouni Bloch A, Mimouni D, Mimouni M, Gdalevich M. Does breast feeding protect against allergic rhinitis during childhood? A metaanalysis of prospective studies. Acta Paediatr. 2002;91:275– 279
14. Labbock MH. Effects of breast feeding on the mother. Pediatr Clin North Am. 2001;48:143– 155
Por qué se abandona la lactancia materna
INVESTIGACIÓN
Autor: Dr. Esteban Eduardo Pagés, Médico pediatra, IBFAN Mendoza
Objetivo:
Determinar cuales son las causas por la cual la madre incorpora la alimentación suplementaria con formulas y/o reemplaza la lactancia materna por las mismas.
Material y método:
Encuesta con preguntas abiertas, acerca de si el niño/a toma el pecho y si toma algún otro alimento; en caso de respuesta afirmativa al segundo punto, se le solicitaba explicar la causa por la cual le incorporó otra leche, y se la interrogaba acerca de que si fue decisión propia, o tuvo indicación médica.
Criterio de inclusión:
Niños/as de cero a seis meses de edad, que consultaron en el Servicio de Pediatría de Hospital Carlos Saporiti de la ciudad de Rivadavia, Provincia de Mendoza, desde el 2 de enero al 31 de marzo de 2004, ya sea consulta por control de crecimiento o por alguna patología.
Desarrollo y resultados:
Se encuestaron 88 madres de bebés de 0 a 6 meses de vida, con la siguiente distribución según el tipo
de alimentación:
Lactancia materna exclusiva 45 51 %
Lactancia mixta 34 39 %
Lactancia artificial 9 10 %
Total de niños encuestados 88
De los 43 casos con alimentación complementaria:
10 recibieron indicación médica = 23 %
33 fueron por decisión materna = 77 %
Los casos en que la suplementación fue por indicación médica, fueron hechos por:
2 por médicos pediatras, por inquietud materna sobre que el niño/a se quedaba con
hambre.
2 por médicos obstetras, por patologías mamarias, mastitis.
2 casos recibieron indicación de suplemento en internación en neonatología.
4 otros médicos, por que el niño/a, lloraba, o por ansiedad materna.
Las causas que manifestaron las madres:
Se quedaba con hambre 12 (28 %)
Tenía poca leche 6 (14 %)
Mi leche no lo alimentaba 4 (9 %)
No tenía leche 4 ( 9 %)
Leche aguada 3 (7 %)
El bebé lloraba 3 (7 %)
Internación en neonatología 2 (5 %)
Mastitis 2 (5 %)
Trabajo materno 2 (5 %)
Anemia materna 1 (2 %)
Grietas del pezón 1 (2 %)
Internación pediátrica 1 (2 %)
La madre asiste a la escuela 1 (2 %)
Medicación materna 1 (2 %)
Total 43 (100%)
Conclusiones:
Evidentemente la causa principal del abandono de la lactancia materna exclusiva es la desinformación materna y falta de confianza en si mismas sobre su capacidad de alimentar adecuadamente a su hijo.
Se pone en evidencia ya que el 28 % de las madres expresaron que el bebé se quedaba con hambre, mas si consideramos las 5 primeras causas, ya que todas se refieren a leche no suficiente y/o deficiente (poca leche, leche aguada, falta de leche), lo que suma 29 de los 43 casos, representando el 67 % de los motivos.
El alto porcentaje de madres que toman esa determinación por propia decisión, es indicativo de falta de información sobre lactancia materna, no saben donde pueden consultar al respecto y buscar apoyo para el mantenimiento de la lactancia, ya sea esto por desinterés o falta de información, cosa que no se indagó en este trabajo.
En los casos que hubo indicación o sugerencia por parte de un médico, llama la atención el hecho que en la mayoría de ellos, no había una causa puntual de indicación de lactancia artificial, dado que la indicación parte de la inquietud o duda materna y no de una causa médica real.
Dr. Esteban Eduardo Pagés
Médico pediatra
Rivadavia – Mendoza - Argentina
entre los lactantes con SEIPA inducido por alimentos sólidos o soja. Ninguno de los pacientes presentaron SEIPA por consumo materno de alimentos al momento de encontrarse amamantando a menos que el alimento causante de SEIPA fuera consumido directamente por el lactante.
Conclusiones. Es preciso tener en cuenta a los cereales, vegetales y la carne de aves de corral,
comúnmente consideradas de bajo potencial alergénico, al momento de evaluarse la presencia de SEIPA, en especial en lactantes anteriormente diagnosticados SEIPA por leche de vaca/ de soja y como causante inicial en pacientes amamantados en forma exclusiva. Los lactantes con SEIPA se encuentran en riesgo de hipersensibilidades por múltiples proteínas en su régimen durante un período de aparente sensibilidad inmunológica. Los pediatras deberían tener en cuenta el SEIPA en los diagnósticos diferenciales de shock y sepsis
PAEDIATRICS. ¿Se encuentra la leche materna preparada para brindar resultados a largo plazo y prevenir las enfermedades en la adultez?
Al editor:
Tras haber leído el artículo elaborado por Owen y colaboradores (1) sobre una posible reducción de las lipoproteínas de baja densidad en adolescentes alimentados con leche materna (LM) y el perteneciente a Martin y colaboradores (2) sobre una influencia positiva en la talla durante la adultez, creemos que la respuesta es positiva.
No obstante, recientemente se ha demostrado que la alimentación prolongada con LM posee un efecto negativo en la rigidez arterial (3) e incrementa el riesgo de atopia y asma a largo plazo (4). Asimismo, se observaron niveles más elevados de inmunoglobulina E (IgE) en niños y niñas alimentados con LM en comparación con aquellos alimentados con fórmula (5). En estos casos, la respuesta es negativa.
Tal vez sea posible explicar los contradictorios hallazgos mencionados si se tienen en cuenta los objetivos de la naturaleza y los cambios en los estilos de vida ocurridos en el último siglo.
Entre los objetivos de la naturaleza podemos mencionar: a) eliminar a los sujetos anormales o débiles al momento de la concepción, durante el embarazo y los primeros períodos de la vida extrauterina; b) garantizar un crecimiento normal (incluyendo el cerebro); c) proteger contra infecciones durante el primer año de vida y la infancia temprana y d) permitir que “lactantes normales” alcancen la edad reproductiva a fin de perpetuar la especie.
La LM, en este caso la leche humana, se encuentra preparada para permitir que los lactantes normales crezcan con normalidad probablemente reduciendo además el riesgo de obesidad durante la infancia (6); asimismo, permite un desarrollo cerebral óptimo y garantiza una flora intestinal más favorable.
Las enfermedades alérgicas o degenerativas tardías se deben principalmente a un entorno más tóxico (incluyendo una nutrición inadecuada con exceso de proteínas animales, grasas y azúcares refinadas) al que hemos estado expuestos desde el siglo pasado. En culturas anteriores a la LM, la dieta consistía básicamente en vegetales y cereales con un modesto contenido de proteínas animales y grasas. Las personas entraron en contacto con numerosos gérmenes no resistentes a los antibióticos, realizaban más actividad física y la contaminación del aire era limitada.
Todos estos factores podrían explicar, al menos en parte, por qué ciertas alergias hereditarias (a menos que tengamos en cuenta la teoría epigenética) y enfermedades degenerativas eran menos frecuentes.
En cuanto al aumento de la IgE en los individuos alimentados con leche materna, cabe destacar que éste no es un hallazgo unívoco ya que hemos observado un patrón opuesto (7). De hecho, los niveles de IgE se ven influenciados por una proporción w3/w6 diferente en la dieta (8), y sería posible que las madres y lactantes del estudio de Wright y sus colaboradores (4) hayan consumido una ingesta desequilibrada de ácidos grasos poliinsaturados de larga cadena.
De todos modos, debemos tener en cuenta que la IgE fue creada originalmente para atacar a los parásitos intestinales tan frecuentes en el pasado y podría ser que la naturaleza, en ciertas circunstancias, amplíe la línea de defensa.
Además, la función actual de la IgE en el desarrollo del asma no es clara debido a confusos resultados observados en el tratamiento con anticuerpos contra la IgE (9) (10).
Por lo tanto, no existen razones para culpar a la naturaleza si la LM no logra protegernos contra todas las enfermedades degenerativas incluso cuando, en lo que se refiere a las alergias, la LM resulta eficaz en la reducción de la dermatitis atópica, la rinitis y el asma durante la infancia (11) (13). La naturaleza no anticipaba cambios tan drásticos y todo ajuste en la LM ocurrirá en el futuro. Pero, mientras tanto, ¿debemos escoger la alimentación artificial sólo por que las alergias de los últimos años son más frecuentes en los lactantes alimentados con LM?
Incluso en el caso de que el contacto masivo precoz con antígenos extraños presentes en la alimentación artificial preparara a los individuos contra batallas futuras, las ventajas de la LM son mayores en lo que respecta a superar dudosas desventajas en el futuro posibles de reducir con estilos de vida diferentes.
Por último, debemos recordar que la lactancia materna es adecuada para las madres y, entre las ventajas psicológicas y médicas que ofrece, reduce el riesgo de cáncer de mama y posiblemente el cáncer de ovario. (14)
Antonio Marini, MD Massimo Agosti, MD Universidad de Milán Azienda Ospedaliera Istituti Clinici di Perfezionamento“L. Mangiagalli” Hospital Via della Commenda, 12, 20122 Milan, Italia
Referencias
1. Owen CG, Whincup PH, Odoki C, Gilg JA, Cook DG. Infant feeding and blood cholesterol: a study in adolescents and a systematic review. Pediatrics. 2002;110:597– 608
2. Martin RM, Davey Smith G, Mangtani P, Gunnel D. Association between breast feeding and growth: Body-Orr cohort study. Arch Dis Child Fetal Neonatal Ed. 2002;87:F193– F201
3. Leeson CP, Kattenhorn M, Deanfield JE, Lucas A. Duration of breast feeding and arterial distensibility in early adult life: population based study. BMJ. 2001;322:643– 647
4. Sears MR, Greene JM, Willan AP, et al. Long-term relation between breast feeding and development of atopy and asthma in children and young adults: a longitudinal study. Lancet. 2002;360:901– 907
5. Wright AL, Sherill D, Holberg CJ, Halonen M, Martinez F. Breast feeding, maternal IgE, and total IgE in childhood. J All Clin Immunol. 1999;104:589 – 594
6. Butte NF. The role of breast feeding in obesity. Pediatr Clin North Am. 2001;48:189 – 198
7. Marini A, Agosti M, Motta M, Mosca F. Effects of a dietary and environmental prevention programme on the incidence of allergic symptoms in high atopic risk infants: three years follow-up. Acta Paediatr.1996;414(suppl):1– 21
8. Duchen K, Yu G, Bjorksten B. Atopic sensitization during first year of life in relation to long chain polyunsaturated fatty acid levels in human milk. Pediatr Res. 1998;44:478 – 484
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Por qué se abandona la lactancia materna
INVESTIGACIÓN
Autor: Dr. Esteban Eduardo Pagés, Médico pediatra, IBFAN Mendoza
Objetivo:
Determinar cuales son las causas por la cual la madre incorpora la alimentación suplementaria con formulas y/o reemplaza la lactancia materna por las mismas.
Material y método:
Encuesta con preguntas abiertas, acerca de si el niño/a toma el pecho y si toma algún otro alimento; en caso de respuesta afirmativa al segundo punto, se le solicitaba explicar la causa por la cual le incorporó otra leche, y se la interrogaba acerca de que si fue decisión propia, o tuvo indicación médica.
Criterio de inclusión:
Niños/as de cero a seis meses de edad, que consultaron en el Servicio de Pediatría de Hospital Carlos Saporiti de la ciudad de Rivadavia, Provincia de Mendoza, desde el 2 de enero al 31 de marzo de 2004, ya sea consulta por control de crecimiento o por alguna patología.
Desarrollo y resultados:
Se encuestaron 88 madres de bebés de 0 a 6 meses de vida, con la siguiente distribución según el tipo
de alimentación:
Lactancia materna exclusiva 45 51 %
Lactancia mixta 34 39 %
Lactancia artificial 9 10 %
Total de niños encuestados 88
De los 43 casos con alimentación complementaria:
10 recibieron indicación médica = 23 %
33 fueron por decisión materna = 77 %
Los casos en que la suplementación fue por indicación médica, fueron hechos por:
2 por médicos pediatras, por inquietud materna sobre que el niño/a se quedaba con
hambre.
2 por médicos obstetras, por patologías mamarias, mastitis.
2 casos recibieron indicación de suplemento en internación en neonatología.
4 otros médicos, por que el niño/a, lloraba, o por ansiedad materna.
Las causas que manifestaron las madres:
Se quedaba con hambre 12 (28 %)
Tenía poca leche 6 (14 %)
Mi leche no lo alimentaba 4 (9 %)
No tenía leche 4 ( 9 %)
Leche aguada 3 (7 %)
El bebé lloraba 3 (7 %)
Internación en neonatología 2 (5 %)
Mastitis 2 (5 %)
Trabajo materno 2 (5 %)
Anemia materna 1 (2 %)
Grietas del pezón 1 (2 %)
Internación pediátrica 1 (2 %)
La madre asiste a la escuela 1 (2 %)
Medicación materna 1 (2 %)
Total 43 (100%)
Conclusiones:
Evidentemente la causa principal del abandono de la lactancia materna exclusiva es la desinformación materna y falta de confianza en si mismas sobre su capacidad de alimentar adecuadamente a su hijo.
Se pone en evidencia ya que el 28 % de las madres expresaron que el bebé se quedaba con hambre, mas si consideramos las 5 primeras causas, ya que todas se refieren a leche no suficiente y/o deficiente (poca leche, leche aguada, falta de leche), lo que suma 29 de los 43 casos, representando el 67 % de los motivos.
El alto porcentaje de madres que toman esa determinación por propia decisión, es indicativo de falta de información sobre lactancia materna, no saben donde pueden consultar al respecto y buscar apoyo para el mantenimiento de la lactancia, ya sea esto por desinterés o falta de información, cosa que no se indagó en este trabajo.
En los casos que hubo indicación o sugerencia por parte de un médico, llama la atención el hecho que en la mayoría de ellos, no había una causa puntual de indicación de lactancia artificial, dado que la indicación parte de la inquietud o duda materna y no de una causa médica real.
Dr. Esteban Eduardo Pagés
Médico pediatra
Rivadavia – Mendoza - Argentina